viernes, 2 de diciembre de 2011

El hombre de mi siglo.

Siempre lo voy a querer.
Incluso si llego a amar a otro.
Siempre voy a recordar cada momento, cada conversación, cada mirada, cada roce, cada palabra dicha, cada lágrima que tiré, cada celo que sentí, cada emoción que me provocó.
Por el ser el primero que lo hizo.
Por ser el primero que quise y no pude tener.

No es la gran cosa, no es la persona más interesante de este mundo, pero lo es para mí.
Pero...no fuimos lo mismo para otro.
Pero lo quiero, aunque sé que nunca podré tenerlo. Nunca, nunca, nunca va a ser mío.
Por que él no quiere ser mío.

Y yo sigo, ignorando el dolor, viviendo con él, resignadamente. Imagino lo que seríamos de existir la posibilidad....yo lo hubiera intentando. Yo lo hubiera hecho feliz.
Pero él no quiso ser feliz conmigo.

Y un día, voy a recoger mi corazón del suelo, dar las gracias por la experiencia, por los momentos que disfrute y odie, por cada beso, cada abrazo, por todo y me iré.

Y no lo volveré a ver, si no es mío no quiero verlo con otra mientras yo lo quiera. Nunca volveré a saber de él, no quiero recordar. No volverá a saber de mí, por que sabe que no me corresponde aunque diga lo contrario. Y él está de acuerdo con eso.

Me hubiera gustado no haberlo conocido, pero ¿Cómo dejarlo pasar?
Me hubiera gustado que no me hubiera agradado, pero ¿Cómo lograrlo?
Me hubiera gustado que él no me quisiera conquistar, pero ¿Cómo detenerlo?
Me hubiera gustado no haber sentido nada por él, pero ¿Sí él me incitó, cómo decirle que no?


Me hubiera gustado que él no hubiera pasado, y aún con el ardiente dolor que siento, no me arrepiento de nada.